sábado, 6 de octubre de 2007

Crónicas Metaleras

Metal. El dominio de las bandas a comienzos de la década de los años ochenta originó fieles seguidores que se fueron colapsando a principios de los años noventa y poco a poco las fieles hordas tendrían que permanecer en algún recuerdo de otros más aficionados que surgirían como respuesta a las modas y a la caótica versión del metal. Algunos formaron bandas tributo que mantuvieron una escena considerable y un país en particular pondría de cabeza a las falsas hordas metaleras. En la casa del sol naciente se forma una banda japonesa alemana llamada Metalucifer. Su nombre proviende de una muy encabronada canción del EP Evoke de Sabbat. Otra banda de culto que mistifica el género como las bandas auténticas de culto.

Metalucifer es una banda importante, pues retoma las notas de la vieja NWOBHM y la escupe en el presente. Desde martillos hasta taladros en la indumentaria del maestro Tanaka, que sin él la mierda en el metal seguiría explotando en muchos campos donde las mismas melodías se repiten hasta el cansancio, y las modas revierten el verdadero sentido del metal. Así, sucios callejeros queriendo ser occidentales, hacen correr y temer bandas que despellejan posers como a muchos que conozco, y que símplemente prefieren seguir las nuevas modas y nuevas melodías ya sea atrapando dragones o lamentando la vida que les tocó sentir la música.

Metalucifer no es moda, es una forma de ser y de sentir las entonaciones fieles. Eso permanece sólo en quienes resurgen de la escena underground para patear cabezas.

Y que siga vigente la escena underground o como lo dije en alguna ocasión:

`I love the turrets, torrents and torrid things, all just became one with the fiercest onslaughts of metal´



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