martes, 9 de octubre de 2007

Nouvelle

Esta es una historia sin grandes floritiuras estilísticas.


Un accidente, la relajada tarde se había convertido en ser observado por muchos. Esa desconocida sin edad ni nombre se había atorado en una alcantarilla y no se iba a desatorar pues los huesos que unen su pierna con la tragedia se desgarran justo en el momento en el que un perro se acerca a masticar sus huesos, extrayendo uno de ellos... no se supo ni cual... pero ese animal se lo llevó a masticar a un rincón, muy lejos de donde se encontraba ella... y la enajenación destruía todo a su paso pues ya había cola dentro de la alcantarilla para recibir la sangre que derramaba su pierna... como en un ritual debajo de la urbe.


Un día se hacía de noche y su mirada permanecía fija en el edificio de donde había salido esa tarde. Ella esperó al vehículo blindado y alguien le dijo ¨¿¿Hola, usted fue despedida??¨ -preguntó como si se tratara de algún conocido- Y ella contestó con una mirada. La noche estaba por terminarse y los dos se quedaron viendo por largas horas, hasta que un avistamiento de luces los hizo quitarse del camino. Ella por supuesto seguía atorada y él seguía interpretando las miradas.


Se sabía que él nada más anotaba e interpretaba el movimiento de los objetos, así que todo lo que se moviera de su lado lo anotaba. La mosca que no dejaba de zumbar había sido registrada en el corazón del escritor que no podía cambiar de dirección porque parecía que matemáticamente pescaba la felicidad y el tormento...

Continuará...




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