lunes, 19 de noviembre de 2007

Stardust de Fletcher Hanks (2 de 6)

El ciudadano Stardust es la relación con la masculinidad, sexualidad, poder, individualidad, violencia, autoridad y el fluído moderno de las completas ansiedades de la época. Cuando los poderes, las identidades, los trajes imposibles se adhieren a la industria que decae por publicistas de tercer nivel.
Por supuesto nuestro héroe tuvo que combatir seres interplanetarios que dadas las circunstancias de ausencia de un código, cualquier historia podía quedarse silente como una tumba por los conflictos editoriales de una década marginal para ciertos personajes.

Stardust posee los rayos científicos que lo convierten en el ser más fantástico jamás creado de todo el universo, contiene toda la fuerza planetaria para desarticular a la Quinta Columna, el grupo de villanos en la Tierra y también a cualquier ser interplanetario para castigarlos eternamente, como vimos el ejemplo en la primera entrega. Su creación coincide con el boom de la primera generación de invulnerabilidad, el geekdom forjado por los creadores de Superman y películas, pulps, radio, el fonógrafo, tiras cómicas que se concentran en la experiencia requerida para fermentar la cultura y dar como resultado personajes que las naciones requerían para proteger el universo en su tonalidad de superhéroe.

En esta fantasía de poder, cualquier fuerza externa parece secundaria en comparación de todo ésto, Un hombre se postra en el horizonte en la globalidad enloquecida que sigue ese camino de caracterizaciones cósmicas que siguen vigilando el universo.


"Fletcher Hanks fue un pionero en los viejos tiempos que hizo frijoles mágicos. Los frijoles mágicos tenían formas de comic, pero en realidad fueron frijoles mágicos"

--Gary Panter


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